jueves, 10 de febrero de 2011

¿Podemos educar los dos hemisferios cerebrales desde edades tempranas?

Para comenzar este artículo debemos decir ante todo que la educación debe de ser global y por tanto debemos educar ambos hemisferios con actividades o rutinas en las que tengamos que ejercitarlo.

Según Goldberg (2004), siendo estudiante en Moscú, descubre que el comportamiento de los hemisferios es distinto en función de la edad y lo comprueba gracias a que una lesión producida en el hemisferio derecho de un niño tiene mayor repercusión que cuando dicha lesión se produce cuando se es adulto, y los queridos lectores se preguntarán ¿cuál es la razón?. Pues se debe a que el hemisferio derecho trabaja de forma intensa en las primeras etapas educativas debido a que es un hemisferio que se activa ante lo novedoso y en las etapas de infantil y primaria los aprendizajes están situados en las zonas del lóbulo frontal derecho de forma clara. Estaríamos en el denominado principio de acomodación descrito por Piaget y en el que se modifican los viejos esquemas o se crean otros nuevos para ir haciendo frente a los aspectos novedosos de la realidad. El claro ejemplo sería el acto que realiza un bebé al chuparse un dedo, el cual exige un proceso de acomodación de llevarse la mano a la boca, poco a poco se convertirá en un acto coordinado y placentero. Ya ha aprendido algo y lo ha acomodado a su rutina.

Por su parte el niño de mayor edad ya comprende las cosa,las ha interiorizado (acomodado) y aflora la rutina al ejecutar aquellas tareas académicas ya dominadas, estaríamos pues ante el principio de asimilación y en donde la participación del hemisferio izquierdo es mayor.

Resumiendo lo anteriormente descrito, podemos decir que todo aquel aprendizaje que resulte novedoso para el sujeto provocará una mayor participación del hemisferio derecho y todas aquellas rutinas cognitivas que han sido acomodadas desde etapas inferiores producirá una mayor participación del hemisferio izquierdo.El ejemplo claro lo podemos encontrar cuando un alumno de Primaria aprender a sumar y restar y cuando ya tiene acomodado dicho aprendizaje se le enseña a multiplicar y dividir respectivamente.

Así pues se hace aconsejable emplear una metodología novedosa, diferente y con materiales didácticos que causen la motivación y la expectación entre los alumnos, sobre todo en las etapas de infantil, primaria e incluso hasta 1º ciclo de ESO.

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